Alejadas de la ciudad, disfrutando de la armonía que ofrece el campo o el bosque, las fincas para boda son la mejor opción para olvidarse del entorno urbano y llenar de magia y paz el día de la boda. La animación ya la pondréis vosotros con todos los invitados, para un festejo realmente único y en muchas ocasiones exclusivo, pues muchas fincas limitan sus espacios a un solo evento por jornada. Lo que resulta ideal si queréis celebrar una boda temática, por ejemplo, dado que podréis personalizar todos los aspectos del gran día con decoraciones marineras, medievales, campestres o del tema que hayáis escogido.
Consultad siempre la capacidad de las fincas que os gustan. Las fincas para bodas suelen albergar fácilmente más de 200 personas e incluso las hay con aforo de más de 1000 asistentes. Sin embargo, algunas tienen un tamaño más reducido que quizá resulte solo compatible con una boda íntima de máximo 80 invitados. El aforo de la finca para bodas es, pues, uno de los primeros puntos que deberéis tener en cuenta.
Servicios a la carta en las fincas para bodas
Habituados como están a celebraciones nupciales, las fincas no solo ofrecen salones de banquetes, terrazas, zona ajardinadas, carpas y zonas de baile, sino que en la mayoría de los casos también se ocupan del menú (con cocina propia o encargada a un catering). Algunos también ofrecen el servicio de DJ para la fiesta final y animadores para que los niños y niñas se lo pasen en grande. Y en ocasiones realizarán la decoración de los distintos ambientes, siguiendo vuestros gustos.
Otros espacios habituales son una capilla en la misma finca para celebrar la ceremonia religiosa o un altar al aire libre para daros el “sí, quiero” con la naturaleza como telón de fondo. ¿Os gusta la idea? Contactad con las fincas para bodas que más os encajen y contadles cómo queréis que sea vuestra boda. Ellos se encargarán de ofreceros los servicios más adecuados para que salga tal y como soñais.
¿Qué menú tienen las fincas para bodas?
Tradicional, contemporánea, internacional, fusión… En la ficha de cada finca podréis consultar el tipo de gastronomía que elaboran sus chefs, si tienen cocina propia. Consultad los menús para haceros una idea de sus platos estrella y de su gama de precios, pero no deis nada por sabido. Todos los proveedores necesitan hablar antes con la pareja para conocer sus gustos, saber su presupuesto y, en función de todo ello, ofreceros la mejor opción. Si la finca para boda no dispone de cocina propia, es probable que os ofrezca un servicio de catering o que podáis contratarlo externamente. Recordad que la prueba del menú se debe realizar unos 4 meses antes de la boda para escoger los diferentes platos de forma definitiva y que será entonces cuando tengais que acordaros de los asistentes celíacos, diabéticos, intolerantes a la lactosa, vegetarianos, veganos... que precisarán un menú especial.
Cómo encontrar fincas baratas para bodas
Aunque el coste de alquilar una finca para bodas dependerá, como es lógico, de su situación y los servicios que ofrezca, la fecha del enlace se convierte en crucial para conseguir el mejor presupuesto. La misma finca un sábado de verano puede costaros cuatro veces más que si elegís contraer matrimonio un viernes de noviembre, por ejemplo. Así que una buena opción es valorar la posibilidad de casaros en un viernes no festivo o un domingo, días en los que los precios bajan al estar menos solicitados que los sábados. O casaros en temporada baja para fincas de boda, en los meses de otoño e invierno.