Rodeada de frondosos bosques, la provincia de Huesca es una de las tres demarcaciones que da forma a la comunidad de Aragón. A pesar de ser una de las regiones más grandes del país por extensión, su poca población la convierte en un reducto donde la naturaleza se alza como protagonista. Aun así, algunos destellos de su historia se traducen en un amplio patrimonio que se reparte a lo largo de todas las pequeñas localidades que configuran el territorio. La numerosa presencia de parques nacionales es su seña de identidad. Uno de los más conocidos es el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido que, junto al Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, sirven de telón de fondo a algunas de las fincas más destacadas de la zona.
Localidades como la de Boltaña, Morillo de Tou, Jaca, Adahuesca o El Grado albergan imponentes edificaciones en mitad de vastos terrenos que se alzan señoriales y castizas ofreciendo un mundo de posibilidades a los futuros novios que se decanten por el atractivo oscense para su gran día. Impregnadas de su cultura y su tradición, destacan por su cuidado entorno y por el marcado estilo rústico de sus interiores. En conjunto, estos enclaves gozan de un aire campestre ideal para convertirse en el mejor marco de una celebración con encanto bucólico.
En la vertiente meridional, Huesca también da amparo a algunos municipios de belleza histórica incalculable como Barbastro, Sariñena y Almudévar. Un gran número de bodegas y quintas se han reconvertido con el paso de los años siendo en la actualidad algunos de los espacios con los que cuenta esta majestuosa provincia para vuestra boda.