Cuna de grandes ríos y majestuosos castillos, la provincia de Valladolid se alza en el interior de la península como uno de los grandes tesoros aún por descubrir. El hecho de ubicarse justo a la ribera del Duero le proporciona un encanto natural innegable, aunque un amplio patrimonio histórico se convierte también en pieza clave dentro de su atractivo particular.
Sin duda, esta región esconde un sinfín de motivos por los que enamorarse de ella. Y es que, además, acoge en su seno un gran número de espacios únicos que aguardan para convertirse en el telón de fondo perfecto de vuestra boda. Desde la Tierra de Campos hasta los Montes Torozos, restaurantes, fincas, hoteles y paradores se emplazan en sus distintas localidades sorprendiendo con su clásico magnetismo y su singular elegancia.
Pero si hay algo que marca la seña de identidad de esta demarcación, son sus palacios, edificaciones de gran portento conservadas con el paso de los años y convertidas en la actualidad en una opción increíble para una boda llena de fantasía. Los Doctrinos, Olmedo, Boecillo, Tiedra o la propia capital dan refugio a algunos de ellos.
También será este gran núcleo urbano, haciendo gala de su riqueza histórica y un gran legado cultural, el que concentrará multitud de espacios diversos que conseguirán sorprenderos, no solo con una ubicación inmejorable en mitad de las callejuelas de la localidad, sino también con la elegancia de sus instalaciones. Más allá, repartidos por la periferia vallisoletana, pueblos como el de Valeria la Buena, Nava de Roa, Pozal de Gallinas, La Seca y Rueda darán amparo a bodegas, posadas y cortijos de gran prestigio que se pierden en grandes extensiones de terreno para sorprender con un agradable y plácido entorno.