No solo se trata de la única provincia que alberga en su interior un pueblo con más librerías que bares, o de la residencia del considerado mejor hotel de toda España, Valladolid va mucho más allá. Serán sus imponentes castillos, el gran número de edificios religiosos históricos que caracterizan cada una de sus localidades o el sinfín de parajes naturales que ocupan gran parte de su extensión, pero esta región cumple con todos los requisitos para ganarse el corazón de sus visitantes.
Eso por no hablar de su gastronomía, aunando grandes rasgos de la cocina castellana, se trata de uno de los artes de esta demarcación. Conocidos son sus pucheros, su sopa de ajo y su lechazo asado, no habrá nadie que pueda resistirse al indudable sabor de sus platos y sus productos. Si queréis deleitar vuestros paladares y disfrutar de esta indudable experiencia para todos los sentidos, solo tendréis que decantaros por uno de los restaurantes repartidos por la zona para el gran día de vuestra boda.
Desde Peñafiel a Santovenia de Pisuerga, pasando por municipios tan conocidos como Mojados, Laguna del Duero, El Pichón, Pinar de Antequera, Fuensaldaña o Herrera del Duero, todos ellos se convierten en el refugio de algunos de los restaurantes más destacados de esta tierra que sorprenden por su buen gusto, su cercanía y el entorno que los rodea.
En mitad de grandes viñedos, justo en la ribera del río Pisuerga o inmersos en el casco antiguo de la capital tendréis la oportunidad de celebrar una boda que marcará la diferencia.