Historia, arte y patrimonio. Esto y mucho más es lo que podéis encontrar en Salamanca, también conocida como la “ciudad dorada” por el brillo de la piedra arenisca de Villamayor presente en muchos monumentos de la urbe.
Si os gustan los enclaves artísticos e históricos, el casco antiguo de Salamanca os proporcionará las estampas más preciadas. Empezando por la plaza Mayor, el convento de San Esteban (o Los Dominicos), el claustro del convento de Las Dueñas y el Patio Chico, junto a las dos catedrales de la ciudad. También hay la Universidad de Salamanca, la plaza Anaya y La Casa de las Conchas, lugares que parecen de otra época y que son perfectos para fotos con aires medievales y señoriales. Si buscáis un enfoque menos clásico, tenéis el Barrio Vidal y la zona del Palacio de Congresos.
Otra opción es dejaros inmortalizar por el fotógrafo en las murallas y en el Puente Romano de Salamanca, con impresionantes vistas panorámicas del casco histórico. O bien hacerlo en el paseo fluvial o en el parque del Huerto de Calixto y Melibea, dos fondos románticos totalmente recomendados para ir al atardecer. Por contra, si queréis sacar a relucir vuestro lado más creativo y juguetón, debéis visitar la galería urbana del barrio del Oeste, que refugia las obras más recientes y urbanas de los artistas salmantinos.
Aquellos que buscan localizaciones fuera de las fronteras de la capital, se toparán con las calles estrechas e íntimas de pueblos como La Alberca, Mogarraz y Sequeros; con los espacios amplios y verdes del Meandro del Melero; con las dunas de arena blanca de Golpejas; y con los entornos rurales y las fábricas abandonadas de Béjar.
Los fotógrafos profesionales de la zona estarán listos para escuchar todo tipo de propuestas y sugerencias para un álbum de recuerdos memorable.