Celebrar nuestra boda en la Masia El Folló ha sido la mejor decisión que podríamos haber tomado. El lugar es espectacular y la comida buenísima. La organización y el trato recibido fue de 10 y tanto nosotros como los invitados quedamos encantadísimos con la celebración.

Totalmente recomendable!

Gracias a "El Folló" nuestra boda fue de cuento!
Un placer haber podido disfrutar un día tan especial allí. Pese a que nos llovió la boda fue perfecta. La organización de Mercè y Lanç fue de 10/10. La comida riquísima y abundante. Y el alojamiento una maravilla y todo muy limpio. Los trabajadores son super profesionales pero con un lado muy humano que te hacen sentir muy cómodo!
Gracias, en resumen perfecto!

Rebuscando por Bodas.net, y en un océano de hoteles y restaurantes "pijos", podemos encontrar la Masía El Folló: uno de los pocos lugares rústicos y auténticos que se puede encontrar uno en la provincia de Barcelona. Este sitio entra por los ojos (las fotos ya lo demuestran) y mantiene el nivel de calidad en el resto de aspectos: la comida es exquisita y la dueña, Mercé, apasionada de la gastronomía, gusta de innovar y crear nuevos platos que combinan lo rústico con lo moderno. Su equipo no se queda atrás y contribuyó a que tuviéramos una experiencia totalmente inolvidable. Mención especial al alcalde del pueblo (Tagamanent) que, aunque no es parte del equipo, dirigió nuestra ceremonia con mucha gracia y salero. Deseamos a Mercé y a su equipo lo mejor y que sigan dándole a tantas parejas un día tan especial como nos dieron a nosotros.
PD: Escribo esta reseña casi 1 año después de nuestra boda, pero más vale tarde que nunca.

Comida excelente, entorno envidiable, personal muy atento, y una boda diferente. Celebración el 30-07-21. Recomendado, sin duda. Todos los invitados se sintieron muy cómodos.

Después de un año y medio y tras dos aplazamientos por la pandemia, todo salió perfecto como deseábamos. Nos encantó la celebración y la comida y a nuestros invitados les fascinó todo. Lo volveríamos a repetir sin lugar a dudas.

Nos íbamos a casar un sábado, por la pandemia se aplazó. Nos tocó un domingo porque no había más sábados al tener que aplazar todas las siguientes bodas, o eso nos dijeron. Aunque si nos mantuvieron el precio de un sábado (un domingo son 5€ menos por persona). Te dan un croquis de un total de 8 horas más las extras, en la nuestra fueron 7 contando las extras. Nos dijeron que pondrían flores del campo que hay alrededor y demás historias en la ceremonia, tampoco fue verdad. La comida fue bastante flojita en comparación a otra boda que fuimos de prueba y donde eran menos invitados que nosotros. Por ejemplo, muchos de los invitados se quejaron de que las gambas estaban como desechas y no tenían sabor. Luego un montón de cebollas al horno que nadie probó solo para rellenar. Algunas cosas para rellenar, pero con poca sustancia, otras en poca cantidad y otras mal realizadas. También se quejaron de que el pato (uno de los platos que nunca falta) había unos más secos y otros más tiernos. Nosotros creemos que se mezcló lo que hubo el día anterior con el de nuestra boda. El salmón ahumado que hacen ellos que cuando fuimos a la prueba era el filete entero, en este caso estaba como fileteado y quedaban 2 raciones, también creemos que las sobras del día anterior. Nos cambiamos en habitaciones para vestirnos de ceremonia, cuando subimos no estaban ni limpias, nos pusieron en habitaciones donde había dormido gente el día anterior. Estaba sucio, toallas y sábanas usadas por todas partes (en plena pandemia). La primera hora de baile el dueño fue quien sirvió las copas él solo, en toda esa hora había colas para pedir. Hasta que al fin vinieron las camareras. Ellas superbién, del servicio de atender y demás ningún problema, es lo que mejor puntuaría. Y, por otra parte, si hacen ceremonias de día en verano (la nuestra en principio era invierno-primavera) podrían poner algún tipo de carpas para que la gente no se asara y los novios no fueran con prisas. En la prueba y los días que subes todo es perfecto y te lo venden muy bien y te dan muchas facilidades, pero una vez tienen el dinero cambiaron bastante. Aparte de estas cosas hay algunas más, pero creo que se simplifica bastante. He de decir que nos decepcionó bastante el trato que recibimos, lo único que pareció que importara era coger el dinero. A nosotros el mismo día de la boda no nos quedó tiempo para pensar en estas cosas, pero hablándolo con los cercanos después y los que fueron a la prueba con nosotros pensaron lo mismo. Supongo que el Covid pasó factura, pero sentimos que no se nos trató de igual manera, aun habiendo pagado todo de antemano. Repetiría mi boda, pero no aquí.

Si deseas una boda diferente, bonita y rural, este es el sitio. La masía es preciosa, el lugar espectacular, y lo mejor de todo: la cocina y el trato profesional. Hacen cocina buffet según tu gusto. En nuestro caso hicieron mitad vegetariano, y estuvo genial. Todos los invitados se sorprendieron. Lo mejor de la boda.

En la Masía El Folló no dudaron en aceptar nuestro reto y hacer una boda 100% vegana. Esto era importante para nosotros, al igual que nuestro compromiso por una boda más eco-friendly, como son en el Folló. La mayoría de verduras son de su propio huerto y Mercé es la reina de la cocina y fuimos capaces de confiar en ella completamente. Además, nos comunicamos a través de teléfono y email siempre, ya que no residimos en Barcelona, pero eso no fue ningún problema. El día de nuestro enlace, todos los detalles estaban a punto.

Estábamos muy ilusionados de que llegara después de 3 años de organizar todo y tener que posponerlo. Nos comentaron que no hacía falta posponerlo más ya que, pese al Covid, con las medidas adecuadas no notaríamos cambios. Yo no sé si pagamos el pato de que Mercè, una señora muy amable y profesional, se lesionase esa misma tarde o el Covid, pero la boda no fue lo que esperábamos. La organización, pobre; para unos 90 invitados, las colas en el buffet eran interminables y nadie organizaba las mesas para ir yendo a sus turnos, ya ni os digo para coger un vino con un único encargado en la barra durante la cena. El showcooking en directo brilló por su ausencia, no tuvimos lo que habíamos pactado. Todos, absolutamente todos los invitados se quejaron de la lentitud de la barra libre, con colas interminables y una sola barra abierta con un único barman. Tuvimos que reclamar la asistencia de otra persona sirviendo en ese momento. ¡Faltó personal! En teoría en Covid tenían que contratar más gente, pero como os comentamos, faltaba orden y atención en barras. Durante las pruebas conoces a todos los camareros y esperas tener lo mismo. Tuve la sensación de ser un militar, de tener que estar pendiente que la gente pudiera comer y beber y cuando celebras tu boda, no quieres tener que encargarte de esas cosas. Por último y para darle la guinda a todo, cuando tú reservas las habitaciones, esperas poder dormir al menos hasta las 8 para poder dejar la habitación y luego desayunar (sabes que más tarde, no, por no fastidiar la siguiente boda). Por suerte, así fue, pero el marido y también jefe hizo unos comentarios muy poco adecuados sobre la hora a la que teníamos que salir (diferente a la acordada con Mercè) y que los novios siempre salían tarde y que luego la siguiente boda no daba tiempo a prepararla por su culpa.
Si alquilas el espacio, quieres disfrutar del tiempo y si ves que no va a ser así, o no celebres bodas un viernes o si lo haces, no alquiles las habitaciones de noche si tanto te desagrada. Por suerte, os diré que la comida sigue siendo muy buena y los pocos camareros que habían fueron muy amables.

Genial experiencia pese a las circunstancias que vivimos. ¡Gracias a Mercè y a todo el equipo! Ariadna y Adrià.
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Genial experiència tot i les circumstàncies que vivim! Gràcies a la Mercè i a tot l’equip! Ariadna i Adrià.

Cuando fuimos a verlo quedamos encantados desde el primer momento. El sitio es espectacular, te enamoras solo en verlo. Nos casamos el pasado 16 de noviembre en el Folló, una boda internacional, con gente de aquí y de Alemania. Todo el mundo salió encantado. La comida es brutal, el buffet que Merce y Claudia junto con todo el equipo de cocina preparan es delicioso. La calidad de la comida es muy alta y puedes elegir junto con ellas varios platos para tu día especial. El Folló es una masía para bodas diferentes y rústicas donde todo está decorado con mucho gusto y siempre con elementos naturales y de temporada (por ejemplo, nosotros teníamos calabazas en las mesas, un toque superoriginal y muy bonito). ¡La organización, también un 10! Nos ayudaron en todo momento durante el día. Varias amigas nuestras nos comentaron que les encantaría volverse a casar para celebrarlo en el Folló. ¡Recomendable 100%!

Teníamos pensado hacer una boda poco tradicional en todos los sentidos y buscando por diferentes webs fui a parar con la Masía El Folló. Se lo comenté a mi pareja, echó un vistazo por Internet y decidimos ir a visitarla. Una vez vas a ver el sitio, o te enamora o te espanta, no hay término medio, y en nuestro caso (más en el de mi pareja) encantó. De tal manera que decidimos no ir a visitar ninguno más, fue el primero y el único. Decidimos casarnos allí. Nos casamos en noviembre, el día 10, día de las elecciones generales, que cuando escogimos el día (era el día en que empezamos nuestra relación) ni nos imaginábamos que tendríamos que volver a votar, ¡cuanto menos el día de nuestra boda! Empezábamos mal... A medida que se acercaba el día y mirábamos la predicción del tiempo, lluvia, lluvia y más lluvia, la predicción no salía de ahí. Y aunque te ofrecen el plan B, hacer la ceremonia en el interior ya no es lo mismo, porque entonces se fastidia el factor sorpresa de entrar al restaurante y ver cómo se han organizado todas las mesas, ya que el plan B es en el mismo comedor donde se hace la comida. Nos casamos un domingo, porque como he comentado anteriormente, queríamos que la boda fuese el 10 de noviembre, y este año caía en domingo. Decidimos pasar la noche del sábado en El Folló, ya que al ser noviembre y atardecer pronto, la boda fue por la mañana, a las 13:15h concretamente, y como el día de antes tienes que subirlo todo para montarlo pues ya te quedas por la noche y luego por la mañana vienen la maquilladora y la peluquera y es como más cómodo no tener que moverse del sitio. Decir que la noche la boda no nos quedamos a dormir porque al día siguiente salíamos de viaje de luna de miel, y al ser de mañana la boda, acabamos la fiesta a una hora razonable por la noche. Total, que estuvo toda la noche lloviendo, no lloviendo, diluviando, hasta las 9 de la mañana, cuando nos despertamos, que paró de llover y empezó a amainar la cosa, de tal manera que no podemos decir que pasamos calor, pero salió el sol, solazo, y calentaba bastante. Así que aunque el ambiente estaba fresco porque estaba todo mojado y no olvidemos que estábamos en el Montseny y en noviembre hace fresco, no llegamos a pasar nada de frío. Tanto la ceremonia como el aperitivo fue en el exterior. No soy consenciente de qué tal fue el aperitivo porque el día de la boda en ese momento estás más con los invitados y liada con las fotos que otra cosa, con lo cual no sé ni qué pusieron de aperitivo. De la ceremonia fuimos más conscientes. Comentar que en nuestro caso, como queríamos que oficialmente constase como que nos habíamos casado el 10 de noviembre, vino una concejala del Ayuntamiento de Tagamanent, Raquel, y nos casó de manera legal. Escogimos ceremonia corta, muy corta, cosa que agradecieron los invitados. No duró más de 15 minutos en total, porque fue una boda con pocos invitados y se basó en el momento de salir, que al salir juntas ya es menos tiempo que si una sale primero y luego espera a que la otra salga. Leer solo tuvimos la lectura de uno de mis sobrinos, momento anillos, y firma con los testigos, ya está. Por otra parte, comentar que en el pack ellos tienen un DJ, Xavi, un chaval muy majo con el cual te comunicas a través de mail. Él te pasa como un esquema con los momentos de la boda y tú les dices la canción que quieres que suene en cada momento. Te incluye todo lo que dura la boda, desde la ceremonia, hasta el aperitivo, comida, entrega de regalos, etc, hasta el momento del baile, que son 2h. Si lo quieres alargar pues se cobra aparte. La comida, según los invitados, fue de lo mejor de la boda, aunque hay que decir que no hacen menú especial para niños, así que no esperes encontrar lo típico que si el escalope de pollo con patatas fritas, o los macarrones con tomate. Olvidaos, no vais a tener, van a comer lo mismo que los adultos. Los productos con los que cocinan son de primerísima calidad, la materia prima es buena y eso lo vas a notar en el paladar. Yo no tomo alcohol, pero con la bebida los invitados comentaban lo mismo, es buena. Comentar también que Mercè, que es la dueña y a su vez cocinera de El Folló, estuvo en nuestra boda un rato por la mañana, pero después se fue de viaje, de manera que quien estuvo a cargo de que todo saliese bien fue Clàudia. Fue ella la que se encargó de cocinar junto con Xevi (si mal no recuerdo) y felicitarles una vez más por cómo fue todo, comida y organización. Lo bueno de celebrar la boda en El Folló es que como previamente te invitan a presenciar otras bodas (en nuestro caso estuvimos en 2), te vas familiarizando con todos ellos, de manera que al final, cuando llega la tuya, les tienes confianza. Son como una pequeña familia y muy de estar por casa. Es como que te integran rápido, incluso Jaume, marido de Mercè. ¡Largas conversaciones llegas a tener con él! Creo que ya he comentado todos los pro de escoger casarse en "El Folló", y no quiero dejarme el regalo que te hacen una vez te has casado. Te regalan un curso de cocina allí, que si no te gusta cocinar, como pasa en nuestro caso, disfrutas luego de la comida que previamente han cocinado, y siempre acabas aprendido cosas. Los contra, hay pocos, la verdad. Creo que El Folló en sí no está lo suficientemente aclimatado. Os pongo un ejemplo personal que nos pasó a nosotras. Es una masía antigua de piedra, de manera que en invierno las paredes son muy frías, y nosotras que nos quedamos en la suite nupcial, pasamos frío, pero mucho frío. La calefacción que tienen es central y a las 12h de la noche se para. Esa noche acabamos tarde de montarlo todo y nos fuimos a dormir tarde. Nos duchamos (había agua caliente), pero al salir de la ducha nos helamos, literal. Era noviembre y en noviembre allí arriba ya hace bastante frío. Pasamos muy mala noche. Si a los nervios le sumas el frío y que solo teníamos un nórdico, pues mal. Por la mañana la verdad es que no sé a qué hora vuelven a poner la calefacción, pero tanto nosotras como la maquilladora y la peluquera, muertas de frío. No es agradable trabajar así, menos aún en un día tan importante como es el de tu boda. Y ya que estamos, decir que para el servicio que se da, el precio de la suite es desorbitado. Me pareció dinero tirado, sinceramente. Lo mismo pasa en el caso contrario. Igual que no está aclimatado para el frío, tampoco lo está para el calor. En cuanto a la estancia en la habitaciones no puedo opinar, pero es cierto que estuvimos en la boda de dos chicas que se casaron en julio y no tienen aire acondicionado, que en el Montseny no suele hacer calor nunca, pero fue una noche de verano muy, muy calurosa y la gente pasó bastante calor. Así que si tenéis pensado casaros en verano, quizás es buena opción dar de regalo abanicos, ahí lo dejo. Y volviendo al tema de la comida, quizás poner alguna opción para los más peques no estaría mal, aunque es algo que tú ya sabes cuando decides casarte allí que tienen su particular manera de cocinar estilo buffet, imagino es lo que les hace diferentes al resto, también. Agradecer a todo el equipo de El Folló, a los que se ha mencionado y a los que no (porque no sabemos los nombres de todos) por ayudarnos a hacer una boda tan personal como la que quisimos hacer y como la que se consiguió hacer. Ojalá nos volvamos a ver, esta vez como invitadas, para poder vivirlo desde otro punto de vista. Bea y Cristina.

Cuando decidimos casarnos, lo tuvimos claro. Conocíamos El Folló y no miramos más opciones. Pero cuando fuimos allí por primera vez, nuestra convicción fue total. El espacio, el entorno, la situación, el buffet, el formato... todo respondía a nuestras expectativas. El gran día, todos nuestros invitados quedaron más que alucinados con la boda, el sitio y la comida. No podemos estar más contentos de haber elegido El Folló para casarnos. Mercè y todo su equipo son encantadores, cercanos y nos ayudaron en todo lo que pudieron. ¡Muchas gracias por todo, de corazón!

Queríamos una boda diferente, sin mesa presidencial, sin menú establecido, buscábamos una boda diferente, en la montaña, rodeados de espacios bonitos y lo encontramos en El Follo. Si volviéramos a casarnos, volveríamos a escogerlo. Fue espectacular. Todos los invitados quedaron encantados.

Un lugar donde se palpa la magia, un lugar donde disfrutar de las pequeñas cosas hechas con corazón. Visitamos el Folló después de ver diferentes masías donde trabajan de manera totalmente diferente y donde no habíamos encontrado la esencia que queríamos para nuestro día.
Desde el primer momento que lo pisas se siente una energía totalmente distinta y una vez hablamos con Mercè y Jaume, sentimos que era nuestro sitio. Se distinguen también por crear buffet con productos de proximidad y “zero waste”. La comida está impresionante y, tanto a nosotros, como a los invitados, nos encantaron todos los platos que ofrecen. Tenéis mucha variedad, cosa que agradeces, porque sabemos que cada persona tiene un gusto diferente y es muy difícil escoger un único menú para 100 personas, y aquí no tienes de que preocuparte por este tema, todos comerán algo de su gusto. El paisaje que rodea la masía es muy bonito, y lo más importante es que el equipo de personas que forman el Folló es muy familiar y hace que todo sea más fácil, porque confías totalmente en que todo saldrá bien porque ellos te lo trasmiten. Nosotros elegiríamos de nuevo este lugar porque tenía todo lo que necesitábamos para elegirlo y, gracias a ello, vivimos uno de los días más emocionantes de nuestra vida. Una vez más, gracias.