Me enamoré de todo lo que rodea una boda cuando una amiga me pidió que le diseñara sus invitaciones de boda. Me enamoré de la ilusión de los novios, de las ganas de disfrutar de un día especial donde contaran todos los detalles, de los sentimientos a flor de piel de los padres y hermanos, de la alegría de los familiares y del "ya era hora!" de los amigos.

Y aquí estoy, cinco años después, a punto de contaros una de las cosas más importantes que he aprendido junto a todas las parejas que han confiado en mí: disfrutad de todos y cada uno de los momentos de la organización de la boda, disfrutad de este proceso sin prisas ni preocupaciones innecesarios porque pasa volando.

Organizar una boda es muy emocionante, pero no es sencillo. Cuántas ideas os han venido a la cabeza sólo de imaginároslo? Y además, ¿verdad que pensáis que todos todos todos los detalles de este día son importantísimos? Elegir un lugar donde os sintáis a gusto y os ofrezca todo lo que buscáis, un fotógrafo afín a vuestro estilo, las flores y la decoración, las invitaciones, los detalles, organizar las mesas, coordinar a todos los proveedores, que no llueva... parecen muchas cosas ¿verdad?

Sólo hay una manera de poderlo disfrutar: organizaros, centrarse en lo más importante e imprescindible, no querer abarcar más de la cuenta y pedir ayuda siempre que la necesitéis. ¡Ah! Y me dejaba el famoso plan B ¡por si llueve! Y si por el camino se pierden, ¡aquí estoy!

Espero poder ayudar con vuestra boda y transmitir el entusiasmo y pasión con que trabajo para que podáis disfrutar este momento tan especial.