Cantabria es una de las provincias de España con más atractivos paisajísticos para el reportaje de boda. Su gran variedad de pueblos con encanto, playas salvajes y montañas imponentes harán que os sea casi imposible quedaros con una sola ubicación.
Santander, la capital, es el lugar perfecto para fotos de estilo urbano. El muelle Calderón, el Centro Botín, Puertochico y Río de la Pila pueden ser recursos magníficos para acompañar vuestras miradas de complicidad y abrazos. Pero si buscáis algo más señorial, escoged el Palacio de la Magdalena, un emplazamiento único con una belleza singular. Si preferís pueblos cántabros más chiquitos pero igual de mágicos, podéis desplazaros hasta Comillas, Bárcena Mayor, Suances, Potes y el Valle de Liébana y Liérganes.
La Arnía, Covachos y Portio son tres de las playas más bonitas de la costa cantábrica, que junto al Faro de Caballo, en Santoña, enamorarán a las parejas amantes del mar. Por contra, si preferís una naturaleza más abrupta y montañosa, podéis montar una sesión preboda o postboda invernal en Los Picos de Europa, subiendo con el famoso teleférico de Fuente Dé, o en la estación de esquí de Alto Campoo. Otras alternativas son el bosque frondoso de Ucieda y el bosque de secuoyas de Cabezón de la Sal, dos emplazamientos de gran vegetación que os permitirán jugar con las hojas y los colores de los árboles.
Como podéis comprobar, las ideas son infinitas cuando de Cantabria se trata. Así que solo os faltará pensar con calma qué lugares son más especiales para vosotros y comentárselo al fotógrafo seleccionado. Juntos crearéis un álbum de ensueño.