Si queréis disfrutar del buen vino e impregnar vuestra boda de la indudable elegancia que desprenden algunas de las bodegas catalanas más destacadas de la zona, Barcelona es una opción incomparable para cumplir vuestro sueño. Esta provincia esconde en algunas de sus comarcas enclaves de belleza indescriptible reconvertidos en espacios de boda que sorprenden por su innegable exclusividad.
No es de extrañar que prácticamente en su totalidad se encuentren emplazados en la comarca del Alt Penedés. Esta zona, famosa por dar nombre a la denominación de origen de algunos de sus mejores vinos, es un lugar de grandes atractivos que está marcada por una antigua tradición vitivinícola. Los máximos exponentes de esta identidad son pueblos como el de Sant Joan de Mediona, Guardiola de Font Rubí o Sant Cugat de Sesgarrigues, todos ellos refugio de algunas de las bodegas más prestigiosas.
Pero si una localidad destaca por encima del resto y alberga grandes oportunidades para vuestro gran día, esa es Sant Sadurní d’Anoia. Considerada la capital del cava, esta bucólica población cuenta con un gran entorno natural y una gran riqueza patrimonial que la han puesto en el punto de mira de muchos de los amantes de estos parajes.
En su comarca vecina, el Baix Llobregat, también podréis encontrar pequeños destellos de esta esencia en pueblos como el de San Esteve de Sesrovires. En el interior de esta villa catalana en mitad del área metropolitana de la capital, podréis dar forma a esa celebración llena de tradición y singularidad con la que tanto tiempo lleváis soñando.