Si el norte peninsular es mundialmente conocido por la inconmensurable belleza de sus paisajes, regiones como la de Asturias destacan dentro de este marco por concentrar la mayor parte de los atractivos de este lugar. Convertida en un gran reclamo turístico gracias a su valor natural incomparable, esta demarcación cumplirá con las expectativas de los amantes del verde de las llanuras, la costa más salvaje y la autenticidad de la cultura. La explotación minera y siderúrgica ha sido el gran motor de su economía y ha dejado huella en su sociedad. Un marcado carácter obrero es el causante de la cercanía y la familiaridad que describe a sus gentes y que impregna su ambiente.
Otro de los grandes señuelos de esta provincia es su gastronomía. Míticos son sus callos, sus carnes o platos tan tradicionales como el cachopo. Para disfrutar de su arte culinario en todo su esplendor, varios restaurantes se dan cita en todo el territorio poniendo al alcance de los futuros novios la posibilidad de disfrutar de un auténtico manjar casero en un día tan especial como el de su boda. Gran parte de ellos, además de contar con chefs de reconocido prestigio que harán las delicias de todos los asistentes al enlace, también cuentan con entornos de un encanto sin igual en mitad de la costa asturiana.
Localidades como las de Luarca, Vivigo, Salinas, Candás, San Juan de Duz o Ardines acogen parte de esta aclamada restauración a orillas de sus playas y acantilados dotando a cualquier evento de un paisaje de película que pondrá la guinda a una experiencia perfecta.