La naturaleza se impone sobre lo urbano en una provincia que, lejos de estar densamente poblada, se convierte en un refugio lleno de calma para todo aquel que quiera desconectar durante un tiempo de la realidad. Almería es un tesoro bañado por las aguas del mar Mediterráneo que mezcla lo mejor del auténtico sabor andaluz con esa atracción tan característica del aire del sur. Sin duda, este territorio es un paraíso que exaltará todos los sentidos.
Infinidad de ríos, montañas, parques naturales y edificaciones históricas se extienden sobre su territorio configurando un precioso entramado que no deja a nadie indiferente. En mitad de este contexto, lugares como el del Laujar de Andarax, Canjáyar o la Alhama de Almería, a la sombra del Parque Nacional de Sierra Nevada, dan cobijo a cortijos, mesones y restaurantes que, imponentes, despliegan sus encantos para convenceros de que se tratan de una opción idónea para el día de vuestra boda.
Al norte, en la comarca de Los Vélez, grandes complejos rurales hacen gala de su bucólico atractivo para cautivar a los amantes del entorno campestre y el estilo rústico. Aunque es a lo largo de la Metropolitana de Almería y el Levante Almeriense donde se concentran el mayor número de hoteles, fincas y masías, reflejo del carácter mediterráneo del litoral.
Dentro de este punto, el Parque Natural del Cabo de Gata se convierte en un gran aliciente para todos los futuros novios que desean celebrar un Sí, quiero en mitad de un escenario incomparable marcado por una exuberante vegetación y un entorno de película. Para ello, El Pozo de los Frailes, Rodalquilar, Las Negras, Agua Amarga, Venta del Pobre y Carboneras, con salones y espacios de belleza casi inexplicable, os regalarán la oportunidad de cumplir vuestro sueño.