La singular claridad que se refleja en esta zona del mar Mediterráneo le ha hecho ganarse el nombre de Costa de la Luz. Más de 244 kilómetros de extensas playas y preciosas calas resiguen el litoral de la provincia de Alicante convirtiéndose en una auténtica joya turística. Junto a grandes ciudades urbanitas como Benidorm, pequeños pueblos como el de Altea despliegan todo su esplendor dando motivos más que suficientes a cualquier pareja para decantarse por esta región para una boda única.
Al buen ambiente que preside durante todo el año esta zona se suma la belleza incomparable de la que la dotan sus parques naturales. El contraste entre el azul de sus aguas y el verde de su vegetación es lo que da como resultado un colorido contexto dentro del que podréis descubrir algunos de los espacios más impresionantes para albergar vuestro ansiado Sí, quiero.
Al norte, grandes hoteles aguardan para ser escogidos como decorado para vuestra ceremonia. Con el imponente Peñón de Ifac en el horizonte, estas edificaciones os sorprenderán brindándoos la posibilidad de disfrutar de una celebración sobre la misma arena de playas como Arenal-Bol y Cantal Roig. De camino hacia la capital, el Puerto de Altea y el Parque Natural de la Serra Gelada serán otros de los puntos escogidos por elegantes espacios y salones de boda para emplazar sus increíbles instalaciones.
Aunque si queréis disfrutar de la pura esencia alicantina, algunos chiringuitos hacen gala de sus atractivos en Villajoyosa exponiendo los llamativos colores que llenan las fachadas de las casas de esta localidad y la cercanía de las gentes que las habitan. Al sur, Santa Pola, La Zenia y Dehesa de Campoamor dan amparo a algunos de los restaurantes más destacados de la zona, donde podréis degustar lo mejor de la gastronomía valenciana.
