Si no habéis podido evitar sucumbir a la indudable belleza de la que hace gala la Costa Blanca, esperad a ver todas las alternativas que pone a vuestro alcance para convertir en una realidad esa celebración con la que tanto tiempo lleváis soñando. Desde los pueblos que delimitan su litoral, hasta las localidades que se alzan en mitad del interior, Alicante cuenta con un sinfín de razones para convenceros de que celebrar un enlace en estas tierras es una opción incomparable.
Grandes salones de boda a orillas de sus playas se abren paso en localidades como Denia, Javea, Altea y Villajoyosa. La capital también es el punto en el que confluyen varios de estos enclaves. Una de sus más reconocidas playas, la de San Juan, es uno de esos sitios en los que podréis organizar un Sí, quiero marcado por la espectacularidad de sus vistas. Asimismo, la playa del Postiguet, a la sombra del imponente castillo de Santa Bárbara, se convertirá en un lugar aclamado por todas aquellas parejas que busquen una mezcla perfecta entre historia y modernidad.
Pero no hay que olvidar que, a pesar del reclamo que supone su costa, dos terceras partes de la provincia alicantina están cubiertas por sierras y valles fluviales. Por ello, si lo que queréis es organizar una boda impregnada por el típico encanto del interior, podréis adentraros por las comarcas de L’Alcoia y El Vinalopó Mitjà hasta dar con el Parque Natural de la Sierra de Mariola y la Sierra del Maigmó.
Alrededor de estos dos increíbles parajes naturales, característicos salones en mitad de idílicos escenarios aguardan para ser descubiertos en municipios como el de Cocentaina, Benejama, Alcoy, Ibi, Villena, Elda, Ginebra y Novelda.